Tristeza en la medianoche
por los amigos perdidos,
aquellos que se fueron
por no confiar suficiente
en que mirarse a los ojos
y decirse palabras sinceras
hace los lazos más fuertes.
Tristeza en la medianoche
porque lo bello y sencillo
se ha vuelto amargo y oscuro:
hermanos que ya no se hablan
miradas que se camuflan,
palabras que se llevó el viento
incomprensiones sin rumbo.
Tristeza con la esperanza
de que la música llene las calles
de nuevo calor y alegría
quemando con su dulzura
todo rencor y amargura.
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