lunes, 6 de abril de 2015

Rasgos


Cuando aquello insignificante
se manifiesta como lo único 
que verdaderamente importa.

Cuando un susurro leve
puede volver a disipar las nubes.

Entonces entra de nuevo la luz 
a través de una fisura
y el bisturí azul de mis mejillas
recorta la madera
con el agua de la tinta.

Brotan silenciosamente los sueños,
nacen de las heridas,
vierten su líquido dorado 
sobre el tiempo
y te miran.

***


Lentos silencios de plata 

descienden desde las cumbres .
Ya no es ayer ni mañana.
Sigilosa contemplas la avenida
y cantas a la luna clara.

***


De vez en cuando 

la noche
se detiene en la mañana.
Abre las puertas del tiempo
y se calla.

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