Regalos inesperados
de espacio
silencio
y luz.
La carretera se abre
hacia un horizonte infinito
que otorga pausas y silencios
al ritmo torpe de los tiempos.
Construyo la identidad
a través de puentes de cerezos.
Dibujas una silueta invisible,
¡navegante indómito, incierto!
al sentir el tacto de la tierra,
raíces que crecen
hacia una luz más intensa
y una caricia más tenue.
y una caricia más tenue.
La luna observa y se mece.
Y en el rumor de los ríos
que nacen desde ojos heridos,
rayos atraviesan las hojas
de árboles que ya florecen.
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