Mi deseo para estas Navidades en las que vemos con tristeza una Jerusalen intranquila, es que el nuevo ciclo que comienza nos enseñe sobre todo a poner la inteligencia al servicio de la paz y de las personas y no de las ideas y de una autocomplacencia mezquina en la propia lucidez. Con la esperanza de unas navidades futuras mas amables con el espiritu tradicional de los mas humildes y sencillos. Y siempre agradecidos.
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