Ha llamado a la puerta
en el viento tibio de la noche.
Sus contornos se dibujan
y vuelan palomas blancas
más alla del horizonte.
Sobre la silla vacía
flotan las sábanas limpias
secas por la brisa
que ha entrado por la ventana.
que ha entrado por la ventana.
Y el abuelo recostado
sobre el sofá verde oscuro
pesa el curso de las horas
con el humo de su pipa.
Juega en el jardín su nieto
y nadie se escandaliza
del paso del visitante,
y la madera que crepita.
del paso del visitante,
y la madera que crepita.
Es tarde,
pero arde aun el fuego
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