sábado, 29 de noviembre de 2014

Los paisajes de Noruega


 Hay una tierra, en el norte, donde las montañas parecen hablar un lenguaje antiguo, donde el reflejo de las nubes señala un movimiento estelar. Entre los fiordos y a pesar de los turistas (que no son muchos) se siente la presencia magnánima de la montaña, que vigila impasible los movimientos escasos de los humanos a sus pies. La presencia del agua es constante en esta tierra: las entradas del mar entre las rocas, las cascadas que descienden las cumbres desde los glaciares y se deslizan en el agua del río de distintos colores.

Las rocas, en este paraje, nos hablan de un silencio antiguo. Hay en ellas una enorme quietud y una presencia constante de animales que en silencio las vigilan

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