En las calles vacías de sueños y de ilusiones, un navegante silencioso contempla las nubes. Es casi mediodía. Un sol de justicia acaricia las lágrimas del tiempo, mientras la lluvia dorada deposita sus aguas en tus mejillas. Tenías un horizonte abierto delante. Calles esculpidas por el tiempo. El susurro del viento lavaba tus lágrimas mientras besabas el silencio. Cae el sol. Arden las copas mudas de los árboles. Silbidos de plata acarician el cielo con sus plumas suaves. Y el pájaro calla.
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