Mi alma es un templo
donde habita la duda:
dudan los sentidos
en la noche.
El claro de luna alumbra
un último grito
de rostros olvidados,
en el tiempo.
Mas la luz de la mañana
atraviesa las puertas de mi alma
ofreciéndole sonrisas
que trazan rastros luminosos
en las calles oscuras.
Dudan los sentidos
de las realidades del mundo.
Pero no duda mi alma
aunque se sabe ciega y sorda
de tu silencio infinito
de tu luz que nos sustenta
y da la Vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario