sábado, 9 de abril de 2016

Una flor en abril

       
   El silencio de las calles se abre bajo el agua de la lluvia. Entre charcos de colores la vision inmaculada de una flor que nace. Una figura dorada que contempla desde un abside. Los restos de un martir armenio que presiden la ciudad. Lagrimas de sangre se derraman sobre el vidrio. Manantiales de cantos gregorianos nos elevan a la hora del crepusculo. Una paz inefable que de nuevo nos ofrece un arco de luces infinito. Todas las necesidades han sido colmadas de forma inesperada. Solo queda el silencio de las calles, la transparencia del agua que hace espejos de la piedra, la calidez de una felicidad sin limites. 



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