Silencio de cascada
entre las ramas de los árboles
desnudos.
Tierra que te abres
con perfume de raíces
bajo cantos de pájaro
inefables...
Un lugar sagrado.
Un paraíso.
***
Entro con sigilo
en el templo de la tierra.
Escribo sobre cortezas de árbol
y el silencio de la brisa
sobre el rostro
me trae el canto
de un pájaro.
***
Jardín infinito
de verdes inefables
poblado de voces
como susurros.
¿Es tu canto música
de este mundo
o de un mundo
sólo anunciado?
***
Recorres los caminos sin saber
si volverás a pisarlos.
Alegría incesante
y desgarro.
Árbol centenario:
protege mi caminar
sobre esta tierra.
Que tus raíces sean
mis raíces,
los minerales que te alimentan
los mismos que me alimentan
a mí.
Que la fuerza de tu savia
sea la sangre
que corre por mis venas
la luz del sol que te nutre
la misma que alumbra mis pasos.
Yo te prometo fidelidad,
honestidad y constancia.
Que mi palabra sea
para siempre
bendecida por ti.
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