Tras haber transcurrido la cuarentena en la imprenta, Cuentos breves y extraños como la vida misma han salido a la luz. Releyéndolos tengo la sensación de que han sido escritos por otra persona. Me asombran. Me maravillan. Me asustan. Me invitan a permanecer en silencio.
GRACIAS
Gracias Debora, porque si ti, sin tu acompañamiento y apoyo de todos estos años, estos cuentos nunca habrían nacido. Tú me ayudas a encontrar ese lugar interno, el lugar donde se han gestado y desde el que han visto la luz.
Gracias Gina, por tu amistad, tu presencia siempre discreta y constante, por nuestras conversaciones y tantos momentos importantes compartidos.
Gracias, finalmente a todas las personas que, de un modo u otro, han estado presentes en el camino de mi vida hasta ahora. Porque también gracias a ellas en cierto sentido soy lo que soy. Y estos cuentos son una parte de mí, la que menos me pertenece, pero también aquella sin la cual yo no sería quien soy.
Son el fruto, para bien y para mal, de mi experiencia de vida.
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