Asoman lo primeros brotes
de arboles que se renuevan.
Como espuma de silencio
o cánticos en invierno,
trazos en la medianoche
hacia el centro de la blancura.
Y el rojo de un fruto prohibido
que sana y cura.
***
Silencios de musgo blanco
acarician la amargura.
Un néctar dulce que desnuda
las lágrimas del pensamiento
rasgando tu tiempo,
y el viento
recortando tu figura.
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